El mundo profesional que conozco y en el que me desenvuelvo es el del servicios jurídicos concretamente el de atención legal a empresas, ese es mi verdadero fuerte, el entrar a reuniones y colaborar como consultor en dar mi opinión jurídica y ayudar a los empresarios a que tengan una información certera desde el punto de vista legal y que dependiendo el caso dichas decisiones se reflejen en un adecuado instrumento jurídico.
Conforme pasan los años son cada vez más los aprendizajes pues poco a poco de reunión en reunión me voy adentrando en los negocios de mis clientes lo que me conlleva a desarrollar mi pasión que es la asesoría empresarial.
En el correr de la relación con los clientes y sus negocios estos crecen, evolucionan, cambian y con ello las necesidades de su atención, las amenazas externas están siempre ahí presentes listas para saltar a la primera oportunidad, a decir del último estudio del IPADE Business School de la Universidad Panamericana, la incertidumbre económica, la inseguridad, la incertidumbre política y jurídica son los retos más importantes que los empresarios enfrentan actualmente.
Hoy es un momento importante en el quehacer jurídico cotidiano, como consultores legales debemos estar no solo pendientes de los retos citados sino tenemos que estar por encima de ellos, conocerlos, saber las tendencias, impulsar que las empresas hagan los cambios conducentes y no generar cambios donde no se necesitan, como diría mi abuelo…
“si no está roto, no lo rompas”
parafraseando aquella famosa frase del asesor político estadounidense Bert Lance.
De muchos de los retos que se enfrentan en el país no puedo hacer gran cosa, pero contribuir con mis aprendizajes de la vida y con mi asesoría legal y la de mis socios y equipo a dar una mayor certeza en el campo legal de areas como derecho de empresas, derechos societario, derecho sanitario, propiedad intelectual y marcas, derecho fiscal, laboral y corporativo es algo de lo que me siento orgulloso y confiado en realizar.